Agatha Christie - Misterio en el Caribe (1964)
En «Misterio en el Caribe», Agatha Christie hace que el mayor Palgrave, un militar jubilado, hable de sus propios viajes, y este, al hablar de Kenia, comienza a desmontar los lugares comunes que acompañan a la imagen del país africano. Esta premisa sigue siendo válida hoy, puesto que la fuerza evocadora de las imágenes y palabras que tienen que ver con Kenia han dado lugar a un imaginario fantástico que recoge solo alguno de los aspectos del país y obvia muchísimos otros.
Kenia es un gran país y los antropólogos lo consideran la «cuna de la humanidad». Actualmente, esa cuna es un crisol de diferentes pueblos, paisajes, especies vegetales y animales, lo que hace que la variedad sea su rasgo más distintivo. Todo el mundo conoce a los célebres masáis, presentes sobre todo en las zonas meridionales del país, pero en Kenia viven más de 70 etnias.
La complejidad geográfica del territorio de Kenia es extraordinaria. De hecho, el ecuador atraviesa Kenia de este a oeste mientras que el Gran Valle del Rift (la gran fosa tectónica) lo hace de norte a sur. Kenia limita con el océano Índico y su costa baja y arenosa es solo uno de los elementos geográficos de un país que cuenta con varias mesetas, bosques y sabanas y diversas cadenas montañosas. Debido a la existencia del Gran Valle del Rift, el territorio se caracteriza también por la presencia de numerosos lagos de agua dulce y salada y por una amplia actividad geotérmica.
En un contexto tan variado, no es de extrañar que podamos encontrar parques faunísticos, playas vírgenes, espléndidas barreras coralinas, cimas majestuosas y antiguas ciudades suajilis. La riqueza de la fauna selvática del país es impresionante y reconocible para cualquiera que haya visto al menos un documental de animales en su vida.
El objetivo principal de las actividades de Treedom en Kenia es promover, junto a las cooperativas de agricultores, el desarrollo de proyectos agroforestales a pequeña escala mediante un enfoque de tipo participativo. Desde 2014, junto a las numerosas organizaciones locales, Treedom planta árboles en las zonas rurales implicando a las entidades locales y brindando alternativas agrícolas rentables a la población.
Respetando la variedad del país, los proyectos de Treedom en Kenia se han multiplicado con los años y han acogido a diversos socios para perseguir fines medioambientales y sociales. Se ha formado a todos los agricultores que han participado no solo para que desarrollen actividades de gestión y cuidado de los árboles, sino también un espíritu colaborativo y comunitario (algunos proyectos, por ejemplo, implican específicamente a grupos de mujeres para apoyar la emancipación y la independencia) y fomenten la sensibilización sobre la conservación del medioambiente.
Las especies de árboles que se producen, distribuyen y plantan en los distintos proyectos también son muy variadas. Existen muchas especies alimenticias, como el aguacate, el mango o la guayaba, y otras denominadas «superfood» o superalimentos (alimentos que tienen un contenido de nutrientes superior a la media de los alimentos comunes), como la macadamia y la moringa. Obviamente, los frutos que producen los árboles son propiedad de los agricultores que se ocupan de ellos.
Hay muchos intercultivos con especies forestales adoptados por los agricultores, con el objetivo de proteger y aumentar la biodiversidad y así crear un hábitat adecuado para el crecimiento de árboles frutales. Entre estos se encuentran la «Grevillea», por ejemplo, que favorece la presencia de abejas polinizadoras y es un excelente cortavientos, la «Schefflera actinophylla» («Umbrella Tree» en inglés), cuyo nombre indica ya su capacidad para dar sombra y proteger del caluroso sol ecuatorial, o la «Leucaena», que fija el nitrógeno en el suelo y contribuye a su fertilidad.
árboles plantados en Kenia
beneficiarios implicados en Kenia