Kofi Awoonor
Kofi Awonoor fue uno de los poetas más importantes de Ghana, país que vio nacer y independizarse en 1957 y luego, con mil esfuerzos, convertirse en un país relativamente estable y con un crecimiento económico mejor que muchos de sus vecinos.
Pero si esto es historia reciente, el territorio del país que hoy llamamos Ghana fue gobernado por algunos de los estados más importantes de toda la historia africana, como el de Denkyira y el posterior imperio asante. Este último estado tuvo su apogeo en el siglo XVIII y sigue existiendo en la actualidad junto con otras unidades subestatales tradicionales, reconocidas por la constitución de Ghana. Asimismo, en el norte del país siguen existiendo construcciones tradicionales asantes, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El territorio de Ghana se sitúa a unos grados por encima del Ecuador y se extiende, de sur a norte, desde las costas bajas y arenosas que bordean el golfo de Guinea, hasta una frontera norte que peligra cada vez más ser la primera línea del avance del desierto. Los relieves son pocos y escasos, mientras que de gran importancia es la cuenca del Volta, constituida no solo por los ríos Volta, Volta Bianco y otros ríos menores, sino sobre todo por el lago Volta, el mayor lago artificial del mundo, creado por la presa de Akosombo en 1966.
El clima es principalmente tropical, pero la parte norte del país es mucho más seca que el sur y cada vez llegan más vientos cargados de arena y polvo desde el desierto. También por esta razón el paisaje del sur se caracteriza por el bosque tropical, donde predominan la caoba, el ébano y el cedro, mientras que en el centro y en el norte se encuentra la sabana, con escasos arbustos y pocos árboles.
Nuestro trabajo en Ghana comenzó a desarrollarse en el norte del país, en la zona del río Daka, uno de los afluentes del Volta, que constituye un importante recurso hídrico para el ecosistema y la población local. Nos encontramos en una de las zonas más secas del país y una de las primeras líneas de avance del desierto, el cual estamos tratando de limitar gracias a proyectos ambiciosos como la Gran Muralla Verde, un «muro» de árboles que se extiende desde el Sahel hasta el Cuerno de África.
El trabajo comenzó con la plantación de una mezcla de especies forestales y frutales, que incluyen el mango, el anacardo, la caoba y la ceiba. La piedra angular del trabajo consistía en formar a los agricultores sobre los métodos más correctos para gestionar no solo los árboles sino también los recursos naturales del lugar para evitar su agotamiento.
Con el tiempo hemos comprobado el gran potencial que existe para desarrollar proyectos valiosos en Ghana. El objetivo es proporcionar formación, recursos y oportunidades a los beneficiarios que participan, así como mejorar la biodiversidad de los lugares del proyecto, aumentar la fertilidad del suelo y evitar la desecación del mismo.
En muchas partes de África se dice que los árboles atraen el agua. Puede parecer solo una creencia local, pero comprende algunos aspectos de los efectos positivos que los árboles tienen en el mantenimiento de los recursos hídricos. Por ejemplo, pensemos que el agua que se infiltra en las capas freáticas subterráneas no solo es filtrada por las rocas, sino también por las raíces de los árboles, al igual que la presencia de árboles en las orillas de los arroyos reduce la evaporación del agua en la estación seca y evita los desbordamientos en la estación lluviosa.
árboles plantados en Ghana
beneficiarios implicados en Ghana